viernes, 27 de agosto de 2010

El Código del Talento, Sesion 3

Por Cindy Samuelson

SESION 3

Gracias a todos por estar aquí. Les prometo que hoy vamos a tener una session super especial. Antes de comenzar, tengo que compartirles cierta información que muchos de ustedes no saben acerca de mí y de por qué la llamada de hoy es tan importante para mí como lo será para ustedes.

Cuando entré a XanGo el 13 de mayo de 2006, a pesar de mi previa trayectoria exitosa en el mercadeo en red, yo estaba renuente a subir al escenario en los eventos XanGo. Le pedí a Bob Schmidt, mi mejor amigo, mentor y upline, que no me expusiera en público sin justificación.

Le di instrucciones específicas, ‘Haz lo que quieras pero no me subas al escenario!’ Antes de eso tenía que “ponerme a la altura” de los líderes. No quería pasar por encima de nadie (especialmente los líderes establecidos que habían trabajado duro desde el inicio de la compañía). Yo simplemente quería pasar desapercibida y trabajar sin descanso para lograr que tantas personas de mi red como fuera posible entraran por cuenta propia al grupo de los distribuidores más exitosos. Yo no quería acaparar la atención del público. No lo necesitaba. Ya me había tocado a mí y yo simplemente quería hacer mi trabajo. El trabajo era enseñar la fórmula de la riqueza a quien estuviera dispuesto a aprenderla… y luego desarrollar y entrenar líderes de ese grupo.

Bob no estaba de acuerdo. Desde el inicio, el me insistía en tomar un puesto de liderazgo. Y como estaba acostumbrado a salirse con la suya...

se aseguró de presentarme en público en el escenario de mi primera convención en noviembre 2006. Para ese entonces yo ya tenía 6 meses con la compañía. Casi no había viajado sino trabajaba desde casa por teléfono; había patrocinado a 18 personas en mi primer nivel. En conjunto teníamos más de 800 personas en el equipo. 85 personas del equipo fueron conmigo a ese evento.

Ahora, tras cuatro años y más de 16,000 miembros en mi equipo, el tiempo que he pasado con ustedes ha sido el más valioso de toda mi vida. Después de 27 en la industria con 4 diferentes compañías, jamás he estado más feliz de lo que soy con XanGo; primero, porque los principios morales y éticos de la compañía y sus dueños reflejan mis propias creencias y porque puedo enseñar y ser líder bajo mis propios términos. Segundo, porque estoy construyendo el equipo que siempre desee. Y a pesar de que siempre quise a las compañías con las que trabajé y a mis equipos… ahora todo es mejor que nunca.

También ha sido lo más difícil. Pero no por lo que ustedes se imaginan. 

No me refiero a que fue difícil por estar inmersos en una recesión económica muy fuerte o porque la gente está sufriendo. No fue difícil porque el trabajo es más desafiante o porque requiera más enfoque y concentración. No. Ese tipo de dificultades son bienvenidas para mí. De hecho, me gustan las épocas como las que atravesamos ahora. Son el momento perfecto para decir ‘No desees que las cosas sean más fáciles. Desea ser mejor.

Mis primeros dos años con ustedes fueron increíbles. Absolutamente increíbles. A nivel personal, los últimos dos años han sido desafiantes, desgarradores y difíciles (y me quedo corta).

El 26 de mayo de 2008, el día de los caídos, falleció mi amado mentor, entrenador maestro, mejor amigo e ícono de la industria, Bob Schmidt. De manera trágica, inesperada. Se ahogó en un accidente de kayak. Justo en la cumbre de su carrera, muy saludable. Totalmente enamorado tras 10 felices años de matrimonio. La vida no podía ser mejor para él. La noticia de su muerte me cayó como broma pesada.

La pena que me invadía era insoportable. Si no hubiera sido por mi trabajo, honestamente no sé cómo me hubiera sobrepuesto al dolor de los primeros meses. Tuvieron que pasar 8 meses antes de que pudiera decir su nombre sin que se me salieran las lágrimas. Y apenas ahora, tras dos años de su muerte, encuentro la respuesta a la pregunta que me formulaba muy a menudo: ¿Por qué?

Antes de su muerte, jamás me hubiera imaginado mi vida en XanGo sin Bob. Habiendo ganado su lucha contra el cáncer, yo sabía en mi corazón que su vida sería perfecta al menos durante 15 años más. Yo sabía que él siempre estaría presente y que construiríamos uno de los mejores equipos de la compañía. Pero a excepción de hablar juntos en público en un par de eventos corporativos o de las llamadas telefónicas diarias, casi no íbamos de tour a trabajar juntos con mi grupo. Estábamos tan ocupados. Él estaba ocupado. Yo estaba ocupado. Él sabía que yo podía trabajar solita. Yo también lo sabía. La única excepción fue un viaje que hicimos a Jackson, Michigan para trabajar por mi amiga y socia 20K Cerisse Gallant. Era un 19 de abril. Cinco semanas antes del día de los caídos.

Antes de entrar a XanGo, Bob y yo habíamos estado profesionalmente alejados por casi 4 años. Nuestra amistad permanecía intacta y siempre fue una fuente constante de alegría para ambos y nuestras parejas. Pero nuestros caminos profesionales se separaron. Yo me fui a una compañía y era la distribuidora número uno… una compañía en la cual yo creía firmemente. Mi fe en esa compañía jamás dio frutos. Bob sabía que había encontrado la compañía perfecta para ambos y esperó 4 años por el momento adecuado para invitarme a XanGo.

Durante los años en los que estuvimos alejados, crecí mucho en cuanto a liderazgo. Y fue durante el evento en Jackson que Bob pudo observar la evolución de mi trabajo y estilo de en vivo y a todo color. Fue en Jackson que recibí de él un regalo que permanecerá conmigo todos los días de mi vida. Un regalo que jamás me había dado en nuestros 18 años de amistad.

Durante mi presentación, Bob se dispuso a encontrar nuestras miradas y sin interrumpir el curso de mi trabajo, me regaló la sonrisa más valiosa y genuina que jamás haya visto en él. Él estaba llorando. Tenía la mano derecha sobre su corazón y se golpeaba suavemente el pecho en señal de que latía con un gran orgullo.

Pude leer sus labios que dijeron “Increíble”. Unos segundos levantó sus pulgares en señal de aprobación, me guiñó el ojo y me lanzó una sonrisa traviesa que decía “Estás lista!”. Y fue en ese momento en el que supe con certeza que mi amado mentor estaba extremadamente orgulloso de la líder en la que me había convertido.

Me conmueve el hecho de revivir el momento con ustedes. Cinco semanas más tarde, él se habría ido para siempre.

Desde ese momento me he preguntado con frecuencia si Bob habrá sabido que no le quedaba mucho tiempo. ¿Lo sabía en ese momento? ¿Habrá sido su forma de decir, “Creo en ti”; “No hay nada más que pueda decir o hacer para influir en ti o en tu carrera”; “ Te has convertido en la persona que siempre supe eras capaz de ser”? ¿Fue éstala forma que escogió para despedirse? Jamás sabré con certeza la respuesta a estas preguntas. En Jackson fue la última vez que vería a Bob con vida.

En los meses siguientes a su muerte, tuve que encontrar mi rumbo en medio de lo que me parecía oscuridad total. Todo me recordaba nuestra amistad. El cielo ya no se veía tan azul como antes. El sol no calentaba como antes. Todo era doloroso. 18 años de amistad no se pueden olvidar tan fácilmente. A veces sólo tenía ánimos de quedarme en la cama todo el día. Todo permaneció muy obscuro hasta 13 meses después en julio de 2009. Comencé mi tour por 38 estados de la unión americana durante 12 semanas junto con mi esposo.

A pesar del apoyo silencioso que Bob brindaba a mi trabajo, fue durante ese tour que me di cuenta con certeza de que yo estaba hecha para ser líder. Sin la supervisión o la colaboración de mi mejor amigo, mentor y colega. Me di cuenta de que tenía que enseñar un mensaje muy aparte del de Bob. Y de que con mi propio estilo y método, era la responsable de desarrollar líderes justo como me había sucedido a mí. Este viaje me dejó en claro que había problemas serios en la red (problemas de bajo desempeño y falta de profesionalismo) que debían solucionarse. Problemas con los que yo luchaba a diario para encontrar la solución.

Justo al final del viaje, el libro de El Código del Talento me cayó del cielo. Fue como el maná que viene del cielo.

¿Por qué es tan importante? ¿Por qué lo comparo con el maná que da vida? Porque a pesar de todo el arduo trabajo que he invertido en mi carrera, pocas personas podían dar ese salto intelectual y emocional desde sus circunstancias presentes hasta mi situación. A pesar de que les decía que no existía nada que yo dijera o nada que yo hiciera que ellos no pudieran decir o hacer, la transición les parecía tan imposible que les era difícil creer que no había ninguna diferencia entre ellos y yo. Que ellos también podrían tener éxito con el simple hecho de seguirme. Eso creía antes de que El Código del Talento me demostrara que el talento se desarrolla a través de la ignición, la práctica profunda y el entrenamiento maestro1

Este libro era la pieza que me faltaba para llevar el trabajo de mi vida al siguiente nivel. Incluso bajo la tutela de los mejores entrenadores del mundo, había algo que faltaba en mi material (5x5x5=rico; seis simples cosas y seis simples libros) que lograra que todo cobrara sentido, de manera que ustedes en verdad pudieran creer que serían exitosos.

Es el libro que les permite entender, asimilar y aplicar a fondo my trabajo… y salir exitosos en su búsqueda de duplicar el éxito que yo he experimentado. Es el libro que nos permite cerrar el abismo entre el simple deseo de ser exitosos en esta industria y el hecho de volverse una historia de éxito de clase mundial como gigantes de la industria como Bob Schmidt y Jim Rohn. Sin el libro, estoy segura de que me hubiera tomado años en encontrar las respuestas que necesitábamos. Viendo en retrospectiva y con respecto al enorme avance que hemos tenido en los últimos 3 meses (gracias al libro), estoy segura de que había algo que Bob sabía cuando lo encontró y de que jugó un papel crucial al dármelo en el momento en el que yo y ustedes más lo necesitábamos. Nunca subestimen el poder de un entrenador maestro. Independientemente de dónde se encuentre, tiene la habilidad de mover la tierra desde el cielo.

Muy bien, ahora déjenme aprovechar esta oportunidad para presentarles al autor de este asombroso libro de El Código del Talento… Daniel Coyle.

Dan, ¿estás ahí?
Antes de empezar, quiero aprovechar esta oportunidad para agradecer a un joven brillante y milagroso de 25 años, Suhail Torga de San Luis Potosí, México por encontrarte y ayudarnos a conectarnos contigo. Gracias Suhail. Eres lo máximo! Y chicas, es soltero yeees!!

Mi esposo Bob y yo también queremos agradecerles por estar con nosotros el día de hoy. El equipo ha estado esperando con ansia esta llamada durante las últimas dos semanas. Incluso la preciosa Dana Swain de Seattle tomó el teléfono el día de ayer y esperó 20 minutos en la línea antes de darse cuenta de que la llamada era hoy. Definitivamente se merece una estrellita dorada por estar comprometida con su éxito. Muy bien Dan, te escuchan personas de costa a costa de los Estados Unidos y de un mínimo de 3 países así que no te sientas presionado, Dan, cero presión!!

Preguntas para Dan: 

• Dan, sé que eres el autor del best-seller “La guerra de Lance Armstrong”. Pero este libro no se trata de ninguna celebridad por la que la gente va y compra el libro por el simple hecho de admirar a Lance. Este libro trata de la mielina. Lo escribiste de tal manera que nos abriera los ojos. Lectura ligera y divertida pero muy seria. Muestra una historia tras otra que afirman que la gente ordinaria puede convertirse en extraordinaria. Es un libro que surge de tu propio pensamiento como “Padre Rico, Padre Pobre” de Robert Kiyosaki sólo que más importante. ¿Cómo ha cambiado tu vida a partir de este libro?

• Me has ayudado a ver que para la gente es fácil comprender como se puede desarrollar la fuerza de un músculo en los deportes o para tocar el piano… pero que les es difícil ver cómo el cerebro es también un músculo y que tanto la fuerza como la visión para los negocios pueden dominarse con ignición, práctica profunda y entrenamiento. Tu libro muestra con certeza que la fisiología de la mielina es universal y que se puede producir. Puedes compartir con el grupo acerca de la mielinización del cerebro con respecto a la calidad de su pensamiento sobre temas invisibles como la visión para los negocios?

• El libro se publicó en mayo de 2009. Ahora lo están imprimiendo por novena ocasión. Estoy segura de que has aprendido mucho en el inter. Cuáles son algunas de las historias y cosas que has aprendido que te gustaría agregar al libro el día de hoy? Como narradores profesionales de historias, nos encantaría escuchar más historias!

• Una vez que el gurú en negocios, Tom Peters, ha dicho que jamás ha recomendado un libro más importante que éste, ¿hacia dónde te diriges?

• Recapitulación de las últimas tres sesiones. Dedicación e introducción, 7 de enero. La fórmula de la riqueza, 14 de enero. Entrevista con Dan Coyle, hoy 21 de enero. La siguiente semana. Visión general de las seis simples cosas (la letra) y los seis simples libros (la música).

Tarea. Releer el libro. Yo lo estoy haciendo. En cuanto a la construcción de tu negocio, ve a tu agenda telefónica o a tu downline existente (según sea el caso) e invita a 3 personas a escuchar estas llamadas. Intégralas a una tripartita en caso de ser necesario (te vas a beneficiar de escucharlas varias veces). 

Nos vemos la próxima semana!

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